El tercer día decidimos tomárnoslo con calma ya que íbamos a visitar dos museos.
Así que empezamos la ruta yendo al mítico barrio de El Jordaan.
Y primero fuimos al Homomonument que estaba muy cerca de la estatua homenaje de Anna Frank y después nos acercamos a la Casa Museo de Anna Frank, tuvimos que esperar casi una hora de cola pero al final entramos y mereció la pena.
A la salida, antes de ir a comer fuimos a la Iglesia del Oeste y después fuimos a comer al Restaurante Bussia que nos quedaba de paso, donde por 12 euros comimos un menú bastante completo.
A eso de las 3 seguimos caminando hasta la Plaza de los Museos y después de 15 minutos andando llegamos al museo Rijksmuseum.
Un museo muy interesante pero demasiado grande,por lo que nos llevo toda una tarde visitarlo, pero mereció la pena.
Al finalizar el museo, salimos por la puerta de atrás y justo delante estaban las famosas letras de ''I Amsterdam'' que es una parada obligada para todos los turistas.
Después de la cena se nos hizo un poco tarde para coger un tranvía así que volvimos en taxi, un poco caro pero rápido.
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